Ventajas e inconvenientes de un diseño web a medida

 

Tal y como se anunciaba Coca-Cola, el diseño web a medida, también es para todos. Porque todos tenemos nuestro punto de vista y nuestra propia forma de hacer las cosas, no siempre nos encajan las soluciones estándar, hay veces, que necesitamos algo más, una personalización más allá, un toque distintivo.

Esto aplica a los dos ámbitos que confluyen en el diseño de un sitio web: el diseño gráfico y la programación. Tanto una cosa, como otra, pueden ser o no trabajos artesanales, hechos a medida.

Decíamos hace unas semanas que cuando un particular o una empresa se planteaba tener su propia web, su espacio personalizado en Internet, lo primero que tenía que hacer es pararse a pensar cuál es el motivo para tener una web. ¿Qué queremos conseguir con tener nuestra propia web? A veces la respuesta es sencilla: quiero una landing publicitaria para anunciar mis servicios, quiero una web corporativa para dar a conocer a mi empresa, quiero una tienda online para vender productos, etc. Todos estos son objetivos bastantes claros y es fácil encuadrarlos dentro de un tipo de web. Existen en la actualidad bastantes alternativas de lenguajes de programación, plataformas…, que encuentran a la perfección en estos objetivos y nos permiten realizar de forma relativamente sencilla este tipo de webs.

El problema viene cuando necesito una web que siga unos estándares pero con mis peculiaridades particulares. Necesito tener mi espacio en Internet para publicitar mi empresa pero necesito tener unas funcionalidades especiales. ¿Qué hacemos en estos casos? ¿Existe alguna plataforma que nos permita hacer cualquier tipo de especialización que necesite nuestro cliente? La respuesta está clara: NO.

Si lo que necesitas es un diseño exclusivo ajustado a tu negocio acompañado de unas funcionalidades específicas adaptadas a tus necesidades lo que necesitas es un desarrollo a medida.

La programación a medida no es simplemente una aplicación web con unas funciones específicas sino que va mucho más allá de esto.

Comienza con un análisis de requisitos y requerimientos del cliente, se trata de sacar exactamente qué necesidades tiene nuestro cliente. No se le puede dar a un cliente un precio cerrado para un desarrollo a medida sin hablar con el cliente. Lo primero es confeccionar un listado de todas las funcionalidades que el cliente quiere tener en su web. Definir no solamente la parte externa de la web sino también la parte interna.
Una vez que tenemos claro que va a hacer nuestra web es el momento de poder evaluar el costo de realizar dicho desarrollo. El precio en un desarrollo a medida puede variar infinitamente, depende del coste de implementar estas funcionalidades.
Una vez evaluado el presupuesto y aceptado por el cliente comienza la siguiente fase del diseño web a medida: la fase de diseño en sí, un diseño a medida no se adecuará a unas plantillas, ni obedecerá a diseños estándares, justo al contrario, tendrá un diseño realizado a mano por un diseñador gráfico. Este diseñador gráfico tendrá que “empaparse” no solo del espíritu del proyecto sino de todas las funcionalidades y peculiaridades que tenga el mismo. Con esta información el diseñador podrá inspirarse y crear un diseño exclusivo para nuestra web. Puesto que, como es sabido, una imagen vale más que mil palabras, es importante que simplemente con esas maquetas o imágenes que realice el diseñador quede plasmado todo el proyecto con un simple vistazo. Es, por tanto, una de las fases más importantes de todo el desarrollo puesto que un buen diseño nos hará que el manejo del portal sea sencillo o amigable o que el portal fracase.
Una vez que tenemos un diseño que habla por sí mismo y que en cualquier momento permite al usuario saber que hace la aplicación toca aplicar “la magia” y dar vida a esas maquetas, implementar cada una de estas funcionalidades haciéndolas realidad. En otro tipo de aplicaciones esto se puede realizar con plataformas estándar pero en aplicaciones a medida hay que implementar hasta la última línea de código del proyecto. Afortunadamente en la actualidad existen varios tipos de lenguajes de programación que nos ayudan en este tipo de programación y nos hacen la tarea un poco menos ardua, aunque esto no nos libra de tener que programar todo desde cero y en escasas ocasiones poder reutilizar algo. Nunca hay dos aplicaciones a medida que tengan exactamente las mismas funcionalidades, todas tienen sus peculiaridades por lo que suele ser más rápido desarrollarla desde cero que modificar unas funcionalidades por otras.

Finalmente una vez que se ha terminado la programación a medida viene la fase de verificación y pruebas. Verificación por parte del equipo y de personal de la empresa del cliente para asegurarse que la aplicación responde exactamente como se quería. Se realizan los reajustes oportunos hasta conseguir el comportamiento óptimo.

Tras este proceso el cliente dispone de una aplicación única pero que se ajusta perfectamente a sus necesidades.

El diseño web a medida tiene, como hemos visto una serie de ventajas e inconvenientes

Ventajas

  • Se trata de un diseño personalizado, se puede hacer todo lo que se necesite, no hay límites ni restricciones ni funcionalidades que no se puedan implementar.
  • Se trata de un diseño único, no existe ninguna aplicación exactamente igual a la tuya ni en diseño ni en funcionalidades.
  • Se trata de un diseño adaptado: La web se adapta a tus requerimientos y no al revés. No tienes que perder funcionalidades, ni complicar los procesos de la empresa por una limitación tecnológica, la aplicación hace justo lo que necesitas.

Desventajas

  • Todo era demasiado bonito y ya nos estábamos planteando ¿por qué no hacer siempre aplicaciones a medida? La respuesta es muy simple: son muy costosas.
  • Las aplicaciones a medida son costosas respecto al tiempo que se tarda en desarrollarlas y respecto al coste económico que supone hacer una aplicación de este tipo.

Conclusión

A veces queremos que nuestra web tenga unas funcionalidades que solamente pueden hacerse con un desarrollo a medida.

En otras ocasiones la cosa no se encuentra tan clara. Sí encontramos una plataforma estándar que nos haga más o menos lo que necesitamos optamos por este tipo de solución frente a una a medida. El motivo es bien sencillo: no siempre se puede, ni esperar el tiempo de desarrollo necesario para una aplicación a medida, ni pagar el coste económico de este tipo de aplicaciones. En ocasiones esto puede llevar una pérdida de funcionalidad en nuestra web. Por abaratar los costes a veces no tenemos la aplicación que necesitamos, sino que reducimos las funcionalidades de la misma.

La cuestión es: ¿Hasta dónde compensa perder funcionalidades por no tener un diseño web a medida pero tener más gasto en trabajo de nuestro personal? ¿Qué nos sale a la larga más caro? ¿En qué casos compensa más el hacer uno o otro tipo de aplicación?

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